Son 10 años en La Ceiba, diócesis de Honduras, en la que monseñor Miguel Lenihan viene pastoreando esta jurisdicción, y con ello, en acompañamiento a los pueblos garífunas en su pastoral inculturada.
En Rostros y Voces, el prelado hace un balance de lo que fue la primera Asamblea Eclesial Garífuna, celebrada el pasado 26 de julio, y que en este día llega a dos meses con una serie de perspectivas y desafíos que van a tono con el actual proceso sinodal y la Asamblea Eclesial de noviembre de 2021.
Entre las propuestas que hace don Lenihan, está reforzar el misal en lengua garífuna, porque “dentro de mi corazón llevo la cultura garífuna”, puesto que como un hombre de origen irlandés está signado por una historia similar.
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